No tenía un nombre, sólo una dirección. Si mi orientación no me fallaba, aquí quedaba el lugar. Volví a observar el papel, ahora arrugado por los nervios, que tenía entre mis manos, y alcé la vista de la tinta azul para encontrarme ante una casa enormemente lujosa.
¿Tal vez mi madre había apuntado mal? Suspiré y observe
como el aire cálido se escapaba de mi boca y desaparecía en unos instantes, sin
dejar rastro. Estábamos entrando en invierno, razón por la cual ahora sentía
frío.
Metí mi mano en
el bolsillo, allí guardé el papel, me coloqué bien el cuello de la chaqueta y
mientras pensaba en volver por donde había venido, mi mano tocó el timbre de
esa casa que se alzaba ante mí como un castillo.
La puerta se abrió rápidamente, como si alguien hubiera
estado esperando por la llamada, y detrás encontré la sonrisa más hermosa del
mundo.
-Pensaba que realmente te irías sin picar –Comentó el
chico dejándome entrar en la bella casa. El calor producido por la alta
calefacción me sofocó, y en cuestión de segundos la chaqueta me molestaba, por
eso me la quité.
-Uhm… ¿Me estabas observando? –Pregunté extrañada, a lo
que él amplió más su sonrisa, pero no me contestó, en vez de eso se presentó
como Ashton Irwin.
-Así que, quieres empezar ya a repasar ¿O prefieres que dediquemos
el día de hoy para conocernos? –La forma insinuante en la que levantó repetidas
veces las cejas me hizo reír. – Dime querida alumna, ¿Eres buena jugando a la
wii?
Tal vez no era tan mala idea tener un profesor
particular.
♥♪
- Ashton ha llamado, llegará en media hora.-
Me avisó mi madre subiendo por la escalera.
-Genial –Dije sonriendo ampliamente desde mi habitación.
Desde el segundo día Ashton se había ofrecido para darme
las clases en mi casa, decía que no eran horas para que una jovencita anduviera
sola por la calle.
Pero ya habían pasado más de dos años desde entonces, ahora
Ashton era un destacado estudiante de medicina, y yo una chica de dieciocho
años a punto de dar sus exámenes de acceso a la universidad.
Este año el invierno ya había pasado, había sido igual
de frío que cuando conocí a Ashton. Ahora no hacía falta salir a la calle para
notar el calor del ambiente, por eso las escenas de amantes reunidos
demostrando su amor público en parques eran muy habituales.
Suspire, que rápido pasaba el tiempo.
-Cariño –Me dijo
ella con su voz dulce cuando llegó a la puerta de mi cuarto, la cual estaba
abierta, se apoyó con una mano en el marco de esta- Eres casi universitaria,
¿No crees que ya no necesitas de un profesor particular? –El tono de su de voz
insinuaba que sabía más de lo que parecía.
Sonó el timbre, y a los pocos segundos la puerta se
abrió, dejando pasar a mi hermana melliza, Sofía, que seguramente venía de sus
clases de veterinaria.
-Sofía te he dicho mil veces que si tienes llaves no
llames a la puerta –La regañó mi madre bajando por las escaleras, olvidando el
tema que quedaría pendiente para otra ocasión.
-¡Es que no sabía que las tenía! –Intentó defenderse
ella, dejando las llaves en el mueble del recibidor. Le hice unas señas para
captar su atención, y mirándome de manera rara subió a mi habitación.
-¿Se lo has dicho a mamá? –Cerré la puerta antes de
formular la pregunta. Conocía a mi hermana y ella sabía guardar secretos, pero
por otra parte sabía que mi madre cuando quería saber algo era muuuuy persistente.
-¿Decirle qué? –Se sentó en mi cama, la cual acababa de
hacer.
-Pues ya sabes, lo de Ashton –Respondí de manera obvia
sentándome a su lado, mirándola fijamente a los ojos.
-Descuida, no le he dicho nada –Prometió sonriente. – Recuerda
que hicimos el juramento del
meñique –Reí al recordar que siempre, desde bien
pequeñas, cuando nos contábamos un secreto lo hacíamos jurar por el dedo
meñique.
No sé cuanto rato habíamos estado hablando, pero el
timbre indicaba que Ashton ya había llegado. Sofía se levantó para salir de la
habitación.
-Xofi –La llamé antes de que ella abriera la puerta-
¿Voy bien? –Me levanté de la cama para acomodarme bien la ropa y el pelo.
Sofía rió y me guiñó un ojo, indicándome que estaba
perfecta. Abrió la puerta y al salir se cruzó con Ash, con quien intercambió
unas cuantas palabras amigables antes de que él entrara a mi habitación.
-Hola alumna –Saludó mientras cerraba la puerta. Y una
vez que se aseguró de que estuviera bien cerrada se acercó y me cogió por la
cintura.
-Hola profesor –Susurré a la altura de sus labios. Él
sonrió, me acercó más a su cuerpo y me besó.
Al que en un inicio, hace más dos años, conocí como
‘Ashton mi profesor privado por petición de mi madre’ acabó siendo con el
tiempo ‘Ashton mi novio el que me ayudaba con mis estudios’. Pero de eso último
mi madre no sabía nada, o eso pensaba yo en un principio, todo y que después
del anterior comentario empezaba a dudar de su conocimiento sobre el tema.
Me separé de sus labios, pasando mis brazos por detrás
de su cuello, y con una mano le acaricié dulcemente el cabello que siempre
traía desordenado.
-¿Sabes? –Empecé a hablar aún muy cerca de su hermosa
cara- Creo que mi madre empieza a sospechar –Deposité un corto besito en sus
labios, y el rió.
-No sé por qué te empeñas tanto en esconderlo –Soltó el
agarre que tenía en mi cintura para poner sus manos a ambos lados de mi cara, a
la altura de las mejillas. –Sólo dile de una vez, llevamos saliendo más de un
año –Me besó la punta de la nariz, haciéndome sonreír.
¡Hellowww! Espero que, si alguien ha leído este primer capítulo, le haya gustado y disfrutado.
¡Besos y que 1D y 5SOS esten siempre en vuestra mente! :)
me encanta sube el cap.2!!!!!!!!<33
ResponderEliminarMe encanta como escribes. Muy buena tu novela :D
ResponderEliminarSi Katiuska.rox lo dice es pq es cierto
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