jueves, 19 de diciembre de 2013

Capítulo 4: Tears are words the heart can't say.




Capítulo cuatro:

-¿Quién eres? –Me preguntó la chica sonriéndome inocentemente desde detrás de la puerta. ¡Eso te tendría que preguntar yo a ti! ¿¡Qué narices haces en la casa de MI novio!? Pensé.

Por lo visto no tenía planeado dejarme pasar hasta que no le diera una respuesta, realmente no sabía quién era yo, ni yo quién era ella.

Sus ojos, de un azul cielo intenso, me miraban como si estuviera en el lugar y momento equivocado. Su larga melena rubia goteaba, parecía como si hubiera salido de la ducha expresamente para abrirme la puerta.

Por un momento pensé que me había confundido de casa, miré a ambos lados de la calle y alcé la vista a la casa que se alzaba ante mí.

-¿Maya, han picado a la puerta? –Escuché la voz de Ashton, por lo que obviamente no me había equivocado de casa, esta era la casa de Ash, y eso me dejó más confundida aún. Por un momento deseé estar frente la casa de la vecina.

¿Quién era ella? ¿Qué hacía aquí? ¿Por qué Ashton le había dejado entrar? ¿Qué hacía ella en su ducha?

Iba a responderle a la extraña, y ya de paso hacerle unas cuantas preguntas, me sentía en mi derecho de saber, pero la imagen de Ashton sin camiseta y con el pelo igual de mojado que la chica me dejó sin palabras, quedé totalmente en blanco.

¿¡Qué estaba pasando aquí!?

-¿_______? –Dijo él confundido. Entendí, por su tono de voz, que estaba extrañado al verme aquí, ahora.

No habíamos quedado, él no sabía que iría, pero yo había imaginado otro tipo de recibimiento.

Tenía planeado darle una sorpresa, pasar una tarde romántica con él, olvidar por un día los estudios y disfrutar el uno de la compañía del otro, ver películas, salir a pasear, besarnos tranquilamente. Pero mis planes se habían hundido en cuestión de segundos, ningún bote salvavidas los podía rescatar, habían naufragado en lo profundo de mi mente y corazón, como si del Titanic se tratara.

No le contesté, mi mente empezó a juntar cabos, a crear una historia, a darme una respuesta.

Los padres de Ashton se habían ido, igual que su hermano, por lo tanto él estaba solo en casa. Por otro lado hoy no había quedado conmigo, así que la casa era suya, podía hacer lo que quisiera y nadie se enteraría. Así que invitó a una hermosa chica para que le hiciera compañía, se ducharon juntos y a saber qué cosas más hicieron o pensaban hacer. ¿Qué mejor momento para verse con otras mujeres que un día en el que nadie está en casa? Nadie sospechará cosas raras, ni se enterará, o de seguro eso creía él.

¿Habrían quedado más veces anteriormente? ¿Cuánto tiempo llevaba sin saber de esto? ¿Habría quedado con más mujeres? ¿Acaso no me amaba?

Mis ojos se humedecieron y se llenaron de lágrimas, pero no pensaba llorar, al menos no frente a la persona que me engañaba. Mis labios callaron, cerrando las puertas a las miles de palabras que despreciables que le quería decir, me las tragué, y eso me dañó más por dentro.

Escuché un flojo ‘’no es lo que piensas’’, palabras susurradas por parte de Ashton que intentó acercarse a mí. Extendió una mano para tocarme, pero no quería que la mano que había tocado a otra mujer me tocara, así que la golpeé, la aparté bruscamente de mí.

Después, todo lo único que fui capaz de hacer fue salir corriendo y huir, irme lejos, muy lejos de allí. Entonces, sin poder aguantar más, finas y saldas lágrimas empezaron a recorrer mi mejilla.  


♥♪


No sabía qué hora era, me sentía cansada hasta para mirar la hora en el móvil, tampoco sabía en qué momento mi ruta se había convertido en una que me llevaba de vuelta a mi casa. No podía mirar más allá del suelo que pisaba.

Lo único que sabía era que, en todo este momento, mis lágrimas no habían parado de salir y caer rodando por mis mejillas, humedeciéndome la cara. De seguro me veía horrible, los ojos rojos e hinchados, la nariz colorada por el llanto, y el maquillaje, uf, ni hablar de él. Pero me daba igual, ahora mismo, nada me importaba.

Aún no había comido, pero tampoco tenía hambre. El estómago se me había cerrado, se había comprimido y no sentía nada aparte de un dolor agudo en el pecho, un sentimiento muy desagradable.

Arrastré los pies unos últimos pasos más hasta llegar al portal de mi casa, saqué las llaves, y entonces noté que mis manos temblaban.

Con dificultad abrí la puerta, y la cerré.

Oí la voz de Sofía desde el comedor, ‘’sí, acaba de llegar’’ la escuché decir, ‘’mejor hablaré yo con ella primero’’ continuó y escuché el ‘’pi’’ que indicaba el fin de una llamada telefónica.

Sofía tardó segundos en aparecer ante mí, y sin pensarlo, me abalancé en sus brazos y lloré. ¿Cómo tenía lágrimas aún? No lo sé, realmente no lo sé. Supongo que un corazón roto tiene un almacén de lágrimas infinitas.

Le conté entre llantos lo que había pasado, no sé si entendió algo, pero tampoco me importaba. Simplemente quería sacarlo de mi corazón, compartir mi dolor con alguien, sentirme querida.

Sofía me acarició dulcemente la cabeza, mientras me susurraba ‘shhh’’ en el oído. Poco a poco me fui tranquilizando, mi llanto se convirtieron en suspiros constantes y, cuando mi cuerpo dejó de temblar, Sofía me apartó dulcemente de sus brazos para mirarme a la cara.

-¿Dónde has estado? –Fue lo primero que me preguntó de un sinfín de preguntas siguientes. – Te estuve llamando, ¿Sabes qué hora es? –Dijo guiándome hacia el comedor, y me sentó en el sofá, a su lado.

-No –Contesté en un susurro. Supongo que me habría quedado sin batería, mi móvil no sonó en ningún momento… ¿O tal vez sí?

-Llevas más de cinco horas desaparecida –Me informó ella, sin dejar de utilizar una voz muy dulce, no me regañaba, estaba preocupada, lo sabía. – Me llamó Ashton, ha estado aquí esperándote y, como no llegabas, fue a buscarte, estaba que se volvía loco.

-No me importa, no quiero saber nada de él –Contesté duramente. Las lágrimas volvieron a acumularse en mis ojos. Ella me abrazó y, al separarse, puso la palma de su mano encima de la mía.

-Creo que deberías hablar con él, las cosas, a veces, no son lo que parecen –Dijo entregándome el teléfono.

Sonrió y se fue, dejándome sola con mis pensamientos, con mis dudas.

¿Debería llamarle?


Miré el teléfono esperando que éste me diera una respuesta.




¡¡Holaaa!! :DD
¿Qué, os ha gustado? A veces no sé si tengo lectoras o no, por que como nadie comenta ni vota la novela, pues creo que nadie la lee, pero el indicador de visitas dice lo contrario, ¡Que cacao! D:
Bueno, si hay alguien que la lee, espero que le esté gustando, a mi me encanta escribirla, y me gusta como está quedando de momento, pero estaría bien saber que opinan los ''lectores'' (Si es que en realidad alguien lee esto).
Espero poder subir pronto el capítulo cinco :)

Tengo muchas ganas de empezar con la trama verdadera de la novela, digamos que todo esto es un ''relleno'' para poder empezar a escribir lo que realmente se dice en la sipnosis, pero supongo que para el capítulo diez o así empezará la historia verdadera.

¡Besos y que 1D y 5SOS esten siempre en vuestra mente! :)

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