viernes, 27 de diciembre de 2013

Capítulo 10: Just thinking about you makes me smile.





Capítulo diez:

Al pasar la puerta habían un montón de escaleras, las bajamos un poco a tientas, no había mucha luz.

-Por cierto –Dijo él –Soy Louis –Se giró para mirarme.

-Yo ______ -Respondí con una sonrisa.

-Sí, lo sé –Confesó sonriente, yo lo miré confundida, ¿Escuchó mi nombre el día que vine con Harry y Ana? ¡Qué buena memoria!

Por fin, después de bajar todas las escaleras, entramos a un enorme almacén, yo iba detrás de Louis que se paró de repente.

-¡Au! –Contesté cuando choqué con él. - ¿Por qué has hecho eso? –Dije sobándome la nariz, me había dado con su cabeza. Él era más alto que yo, pero como llevaba los tacones, estábamos a la misma altura.

-Perdona –Se disculpó y, cuando se giró pude ver su sonrisa. -¿Estás bien? Es que pensaba que había visto algo, alucinaciones mías.

Lo miré extrañada, y luego miré a ambos lados del enorme almacén. La verdad es que, todo y que estaba limpio, el lugar era un poco tétrico, había poca iluminación, hacía frío y se respiraba un ambiente extraño.

-Que sitio más lúgubre –Comenté inspeccionando con la vista el lugar. Las paredes eran oscuras y de ladrillo, algunas bombillas estaban fundidas y las otras eran poco luminosas, había botellas de vino y otros licores en estanterías que se elevaban a metros sobre nosotros, una escalera de madera residía a mano derecha, luego, al fondo, había más mesas y sillas de esas raras. A mano izquierda había una extraña puerta de metal.

-Sí, por eso te he pedido que me acompañaras –Rió él.- No me gusta entrar solo aquí, me da escalofríos. –Reí cuando él se abrazó a sí mismo y empezó a mover el cuerpo exageradamente como si fuera gelatina.

-Cojamos las sillas y vayámonos –Agregué entendiendo el motivo de no querer entrar solo ahí.

-Sí, por aquí –Me cogió de la mano y me guió hasta casi el fondo del almacén, hubo un momento en el que pasamos por al lado de la extraña puerta de metal.

-¿Qué hay ahí? –Señalé la puerta con la mano que tenía libre, la que no me cogía Louis.

-Ni idea, pero creo que es mejor no saber –Dijo él con una voz un poco extraña y la cara tensa.

¿Se le estaría contagiando lo sombrío del lugar?

Un escalofrío me recorrió toda la espalda.

-Espera –Dije parándome en seco.- No irás a violarme, ¿No?

Él cambió su cara de repente y, en vez de estar tenso y con los labios apretados, mostró una hermosa sonrisa, acto seguido empezó a reír.

-No sería violación si te dejas –Me guiñó un ojo aún riendo y empezó a caminar otra vez, arrastrándome con él.

-Me das miedo y el lugar no ayuda a calmarme –Dije mirando su espalda, la piel de su cuello, sus hombros. Uff, el chico era realmente guapo.

-Era una broma –Dijo girándose a mirarme, y me soltó lentamente la mano cuando llegamos al final del almacén, donde estaba lo que quería. –En esa puerta no hay nada, simplemente es un ascensor. –Levantó los hombros para restarle importancia al asunto.

Lo miré de mala manera, alzando las cejas.

-Era para crear un ambiente misterioso –Se explicó ante mi mirada de ‘’¿Eres idiota?’’.

No pude evitarlo, el momento era tan sumamente estúpido que empecé a reír y él, claro, me siguió.

Dejamos de reír de repente, y nos quedamos mirándonos por un largo rato. Él se acercó peligrosamente a mí, yo me quedé quieta, no me podía mover, entonces Louis se mordió el labio inferior, estábamos a escasos centímetros, y de repente se giró, dándome la espalda.

¿Qué acaba a de pasar?

¡Me quedé en blanco, no pude reaccionar!

¿Qué hubiera pasado si…?

Decidí olvidar el tema, no valía la pena taladrarme con algo para lo que no tenía respuesta.

Cogimos lo que necesitaba y subimos las escaleras, yo delante de él.  Seguramente mi familia se estaría preguntando dónde me había metido, pero no importaba, Louis era muy divertido.

-Felicidades por pasar los exámenes, estás hermosa hoy ________ –Susurró Louis en mi oído cuando estábamos a punto de llegar al final de las escaleras.

No me giré, no quería que viera que estaba sonrojada, lo ignoré y abrí la puerta, de repente toda la luz que había en la sala me cegó, ya que mi vista se había acostumbrado a la penumbra del almacén. 

Capítulo 9: Bad decisions make good stories.





Capítulo nueve:

-¡Mamá! ¡Mamá! –Entré con prisa en casa, dejando las llaves encima del mueble y tirando el bolso por ahí en medio del comedor, corrí desesperadamente en busca de mi madre, haciendo un gran alboroto.

-¿Qué hija? –Quiso saber ella que salía por la puerta de la cocina secándose las manos con un trapo, desconcertada por la emoción que denotaba de mi voz.

-¡Me han aceptado! ¡He pasado los exámenes! ¡Tengo una beca! –Saltaba de la emoción moviendo los papeles que confirmaban mi admisión a la universidad de un lado a otro. Mi madre recorrió la distancia que nos separaba con rapidez y me abrazó con fuerza, orgullosa de su niña. Mi hermana, que había escuchado mis gritos, bajó las escaleras con gran velocidad, y se unió al abrazo.

-Felicidades ________, te has esforzado tanto -Me dijo Sofía despeinándome el pelo con cariño. Ellas, junto con Ashton, sabían lo mucho que me había esforzado para sacar las mejores notas en el examen, todo con tal de no solo entrar, sino que además me concedieran una beca.

-Ashton –Susurré inconscientemente. Vi como mi madre me miraba con una sonrisa mal disimulada. –Me voy, tengo que darle la noticia a Ashton. –Recogí mi bolso que había tirado al suelo y cogí las llaves de casa que estaban encima del mueble. Iba a salir por la puerta, pero mi madre me cogió del brazo cariñosamente.

-No tardes cielo, saldremos con la familia a celebrarlo –Me sonrió llena de alegría – y dile a Ashton que se arregle.

 -Vuelvo en media hora, traeré a Ashton súper arreglado y guapo - Sonreí al saber que mi madre incluía a mi novio en los planes de esta noche, planes que eran de familia.

Salí afuera, y cogí la bici de Sofía, llegaría antes que si iba andando.


♥♪


Piqué a la puerta, estaba ansiosa por darle la noticia. En cuanto abrió la puerta me tiré a sus brazos, haciéndolo caer al suelo.

Él, desconcertado pero sonriente, me miraba esperando una explicación.

Lo cogí por las mejillas y lo besé, aún en la entrada de la casa y con la puerta abierta, él correspondió el beso con pasión y me cogió por la cintura.

Me separé un poco de él y me acerqué a su oído.

-He aprobado el examen y tengo una beca  –Susurré emocionada. El me abrazó con fuerza y contestó un ‘’Lo sabía’’.

Después de todo el numerito romántico para tan solo decirle que en septiembre sería una universitaria, subimos a su habitación.

-Arréglate y ponte bien guapo –Le dije cuando vi que sacaba cualquier camiseta de su armario.

-A mí me gusta esta camiseta –Contestó él haciendo morritos. ¡Se veía tan lindo e infantil!

-¡Es de deporte! –Exclamé quitándosela de las manos – Quita anda, ya te elijo yo la ropa –Dije apartándolo del armario con la cadera.

Él se sentó en la cama, se cruzó de brazos enfadado y puso morritos. Yo me reí, ¡Se veía taaaan adorable!

Después de buscar durante diez minutos encontré un traje que tenía guardado al fondo del armario.

-Te pondrás esto –Le ordené sonriente entregándole el traje. – Y date prisa que le he dicho a mi madre que volvería pronto –Le besé la mejilla y me tumbé en su cama a repasar mentalmente la ropa que tenía en mi armario, descartando modelitos que no me quedaban bien o que no eran adecuados.

-Sí mamá –Contestó el gracioso quitándose la camiseta que llevaba y, luego, se desabrochó el pantalón. Tenía un cuerpo perfecto, la curvatura de los músculos bien definida, los brazos fuertes igual que el torso, la piel suave.

Me mordí el labio, él me miró divertido y siguió vistiéndose bajo mi atenta mirada. Nunca me cansaría de mirarlo.

El paso en el que uno se peina no lo pasamos por alto, Ashton no se había peinado en su vida, no iba a empezar a hacerlo hoy. Además, ese look despeinado le daba un toque rebelde y sexy.

Subimos al coche y nos dirigimos a casa.

En cuento llegué le di un beso a mi madre y ambos subimos corriendo a mi habitación. Él se sentó en mi cama y yo fui a la ducha, al salir me dejé el pelo suelto y lo ondulé, después fui al armario a buscar la ropa.

-¿Qué te parece este? –Dije con un vestido negro y unos tacones plateados. El me observó y luego negó con la cabeza.

Bufé.

Volví a salir con otro vestido, uno rosita con unos zapatos a conjunto.  


Abrió los ojos como platos y se quedó como un tonto mirándome.

-Ash, cielo, la baba –Me burlé de él, intentado no perder el equilibrio con los tacones por la risa.

-Estás preciosa –Me alagó acercándose a mi peligrosamente, pero lo detuve ¡Aún me tenía que maquillar! Él puso los ojos en blanco y lo oí susurrar un ‘’mujeres’’ de manera divertida.


Cuando acabé, salí a buscar a mi hermana Sofía, ella iba vestida con su vestido azul preferido, sus enormes zapatos de tacón de vértigo y su pulsera de cremalleras.


Mi madre escogió el restaurante sin decirme nada, y me encontré otra vez allí, en el local al estilo marinero. La verdad era que, ese local, me encantaba.

De toda mi familia, me encontré con mi prima Carmen, que había venido desde España a Londres expresamente a verme.

¡Menuda sorpresa!

Fui corriendo a saludarla, haría, por lo menos, dos años que no nos veíamos.

-¡Mírate que grande estás! –Exclamé sorprendida cuando la vi. Carmen tendría unos trece años la última vez que la vi, así que verla con vestido y tacones me pilló un poco desprevenida. –Estás hermosa.


Empezamos a hablar sin parar, contándonos nuestra vida y Ashton, que estaba parado a mi lado, tosió de manera falsa para llamar mi atención ¡Me había olvidado de presentarlo!

-Carmen este es mi novio Ashton, Ash ella es mi prima Carmen –Los presenté con una sonrisa. Vi como los ojos de mi prima se abrían como platos.

-Siempre con buen gusto –Comentó mi prima haciéndome reír.

Presenté a Ashton a los demás de mi familia y, la verdad, es que calló muy bien a todos, tal vez por su personalidad abierta y amistosa, y porque no paraba de hacer bromas.

Nos sentamos en la mesa esa tan original de madera y, como éramos bastantes, tuvimos que pedir barriles de más para poder estar todos sentados.

-Ya voy yo –Dije con una sonrisa, aún faltaban dos ‘’sillas’’.

Me levanté y me dirigí a la barra, detrás de ella estaba el camarero del otro día, Louis, que al verme me sonrió.

¿Me habría reconocido?

-¿Vienes a pedirme matrimonio? –Preguntó de repente. Miré a ambos lados extrañada, no había nadie más por ahí ¿Me lo estaba diciendo a mí?

No pude evitar soltar una carcajada cuando él se apoyó en la barra con el codo y ponía su cara en la palma de su mano, esperando mi respuesta, entonces vi que, efectivamente, me lo preguntaba a mí.

-No –Negué divertida.- Simplemente quería un par de ‘’sillas’’ más –Hice comillas cuando dije lo de sillas.

-Me lo imaginaba -Correspondió a mi sonrisa. Se giró a coger unas llaves que había detrás de la barra, al lado de las botellas de alcohol y la caja registradora. - ¿Me acompañas? –Me preguntó jugando con las llaves y empezó a caminar hacia una gran puerta sin esperar mi respuesta.

-mmm…Vale –Contesté dudosa a su espalda, siguiéndolo.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Capítulo 8: Don't give up.





Capítulo ocho:

El día del examen para acceder a la universidad llegó sin que nadie lo pidiera, esa mañana me levanté bien temprano, creo que serían alrededor de las seis de la mañana. La prueba no empezaba hasta las doce del medio día, pero contando que tenía que desplazarme media hora en coche hasta la universidad, además de que me tenía que duchar, arreglar y ya de paso, repasar un poco, pues decidí levantarme tan temprano.

Vale, está bien, tal vez me levanté DEMASIADO temprano, pero no podía dormir.

No paraba de dar vueltas en la cama, impaciente, mirando cada dos por tres el despertador.

Suspiré.

Ya eran las nueve.

Empecé a ponerme nerviosa, y como no me podía concentrar y se me había hecho un nudo en el estómago que me obligaba a no pensar en comida, me fui directa a la ducha.

La verdad es que después de salir del baño, me sentía mucho mejor.

Estuve un buen rato frente al armario, decidiendo que ropa ponerme. No quería ir demasiado arreglada, pero tampoco era plan de ir en chándal, ¿No?

Finalmente me decanté por un vestido con unos zapatitos planos, iba arreglada, sencilla, bonita, pero no exagerada ni provocativa.  


Me maquille natural, un poco de sombra marrón, una línea fina en el párpado de arriba de color negro, un poco de rímel y un toque de colorete rosado para dar un poco de vida a las mejillas.

Después de eso bajé a desayunar, serían sobre las diez de la mañana, mi mamá se había ido a trabajar y Sofía seguramente seguía durmiendo.

Cuando entré en el comedor vi que había una nota encima de la mesa, la cogí.


‘’    ¡¡Mucha suerte cielo!!

Estoy segura de que te irá genial,  has estudiado mucho, tú solo respira hondo y trata de escribir todo lo que has aprendido.

¡Besitos de mami! J ‘’


Sonreí feliz, mi madre sabía cómo darme ánimos.

El nudo en el estómago volvió a molestarme cuando le di el primer bocado a mi tostada.

Maldije entre dientes.

¿Sabes cuando tienes hambre pero no puedes tragar? ¿Esa odiosa sensación en la que tu estómago se pone en huelga y decide no hacer su función? Pues así estaba yo, con ganas de comer, pero sin poder hacerlo dado que unas ganas de vomitar me recorrían el cuerpo de pies a cabeza cuando me quedé mirando la tostada con mantequilla que había en mi plato.

Eran sobre las once cuando llamaron a la puerta, al abrir, me encontré con un sonriente Ashton que me abrazó dulcemente por la cintura.

-Buenos días princesa –Me susurró con amor en el oído.- ¿Estás lista?

-Buenoo… -Dije con un tono de voz un poco dudoso. – La verdad es que creo que vomitaré en medio del examen –Sonreí divertida, y Ash me robó un beso.

-¿Has comido mucho? –Me preguntó gracioso, yo negué con la cabeza, se separó de mí y entramos en la casa.

-No puedo comer, se me ha hecho un nudo en el estómago –Dije sentándome encima suyo en el sofá. Le pasé los brazos alrededor de su cuello.

-Eso son los nervios –Contestó él.

-No me digaaas –Contesté sarcástica y le di un corto besito en la nariz.

Antes de salir de casa para ir a la universidad, Ashton me obligó a comer algo, según él ‘’uno no puede pensar con el estómago vacío’’.

Bufé y me tragué el desayuno como pude.

-¡Ya me voy! –Grité desde el recibidor para que mi hermana me escuchara.

-¡Buena suerte! –Me contestó con una voz medio dormida, seguro que ahora iba a seguir durmiendo, y cuando llegara aún no se abría levantado.

Cogí mi bolso, dentro llevaba lo necesario, un bolígrafo, calculadora, lápiz, goma y sacapuntas.

Después me subí en el coche de Ashton, obviamente conducía él, yo aún no tenía carnet.

Durante el camino bajé la ventanilla para que el aire me diera en la cara y me despeinara el pelo, eso, en cierto modo, me hacía sentir mejor.

Los nervios me consumían por dentro, y al llegar a la universidad realmente pensé que moriría.

Éramos alrededor de quinientas personas esperando en la entrada del enorme recinto. Unos se sentaban en las escaleras, otros en el césped, y otros muchos, como yo, se quedan de pie mirando a la nada o conversando con otras personas.

Ashton se había ido, me había dicho que tenía un recado importante que hacer y que luego me vendría a buscar, así que estaba ahí sola, entre la multitud.

Suspiré. Todo va a ir bien, pensé.

Nada más entrar nos separaron por orden alfabético, pero realmente eso no importaba, todas las aulas eran iguales y, te tocara con quien te tocara, amigos o no, estaba prohibido hablar en medio del examen a no ser que quisieras suspender.

La sala en la que se llevó a cabo el examen era enorme, tendría aproximadamente unos doscientos asientos, todos perfectamente colocados en filas que parecían infinitas. Las paredes eran blancas, el suelo brillaba, y las ventanas eran tan grandes que se veía todo el campus desde allí.

Nos colocaron, otra vez, por orden alfabético.

La gente susurraba, reía, se comía las uñas, apuntaba cosas en la mesa, pero yo no hacía nada de eso, yo respiraba profundamente e intentaba tranquilizarme, había estado estudiando mucho, no podía salirme mal.

Cuando nos entregaron el examen el aula enmudeció, aún creo que el único sonido que podía escucharse era el de mi corazón a punto de estallar.

Las preguntas eran fáciles, empecé a escribir como una loca, no quería que se me olvidaran las respuestas.

Todo iba genial, pero mi bolígrafo dejó de escribir a mitad del examen.

¡Mierda!

Empecé a hacer círculos en la palma de mi mano, intentando que este recobrara la utilidad.

Nada.

-Quedan quince minutos –Anunció una de las profesoras que vigilaba el comportamiento de los examinados.

¡No! ¡Aún me quedaba medio examen!

Me empecé a poner nerviosa.

¡Venga! ¡Funciona!

-Tsss –Susurró la chica que se sentaba a mi lado.

No la miré, ¡Lo que me faltaría, que pensaran que estaba copiando!

-Ei –Volvió a susurrar la misma chica. Esta vez me giré, no quería que nos llamaran la atención y menos por algo que no estaba haciendo. 

Entonces vi que estiraba la mano y me daba un bolígrafo, sonreí agradecida y seguí escribiendo.



♥♪


Había pasado una semana desde aquel día, y al fin había podido disfrutar del verano, todo y que impaciente por saber mi nota en la prueba.

Ese día nos habían citado a todos para entregarnos el resultado del examen, así que tenía que volver a la universidad a recoger un papel en el que quedaría reflejado o bien mi gran logro o mi gran fracaso.

Cogí el bolígrafo para poder devolvérselo a la chica, lo tenía guardado en primer cajón del escritorio. Ella se había ido antes que yo, así que no le había podido agradecer por su ayuda, ya que con ese acto se arriesgó a que la echaran del examen.

Suspiré.

Miré el bolígrafo y me di cuenta de que tenía un nombre, ‘’Ariana García’’. Supongo, pensé, era el nombre de la chica.

La busqué, todo y que no me acordaba con exactitud de su cara y sus rasgos, sabía que tenía el pelo largo y los ojos grandes.

Sí, esos detalles no me servían de mucho.

Por desgracia, no la pude encontrar.

lunes, 23 de diciembre de 2013

¡¡FELICES FIESTAAAAS!! :)



¡Felices fiestas dulces lectoras!

Quiero avisaros de que no subiré capítulo hasta pasado el día de Navidad, es decir, pasado el 25 de diciembre (Sí, ya, todo el mundo sabe cuando es el día de Navidad, pero quería dejarlo claro xDDD)

¡Por ese motivo escribo esto, para desearos FELIZ NAVIDAD!!

¡AAAH! Yo me he pedido a los chicos para Navidad, ¿Vosotras también? *____* xDDD

Un par de fotos de nuestros -HERMOSOS, VIOLABLES Y LATIGABLES- chicos *o*






yo: ¡¡Ari¡¡
Ari: ¿¡Quéeeee!?
yo: ¡¡Llaman a la puertaaaa!!
Ari: ¡Ai dale! ¡Ve y abre tú vaga!
yo: *Okei* *Abre la puerta* Emmm... Ari, ¿¡Encargaste un carro con Harry dentro!? .___.


*Ari sale corriendo hacia la puerta*
Harry: ¡Hi Ari! ♥
*Ari se desmaya*

FIIIIN XDD

¡¡FELIZ NAVIDAD!! (Creo que lo he dicho cien veces ya x'D)

domingo, 22 de diciembre de 2013

Capítulo 7: I think about you all the time.



Capítulo siete: 

Ya estábamos en vacaciones de verano y el examen de acceso a la universidad estaba demasiado cerca para mi gusto, quedaba menos de una semana.

Mientras todo el mundo se dedicaba a salir de fiesta y pasear por la playa, yo me pasaba tardes enteras estudiando e incluso había noches en las que no podía dormir ya que mi cerebro se negaba a descansar e intentaba pasarse la noche procesando toda la información estudiada.

Las cosas con Ashton ya se habían arreglado y me ayudaba a estudiar todas las tardes como antes, pero últimamente estaba actuando un poco extraño. No hacía nada malo, simplemente actuaba más cariñoso y atento de lo normal, intentaba siempre estar conmigo e incluso a veces dejaba tirados a sus amigos.

Luke entraba y salía de casa como uno más, Sofía ya había hecho pública su relación, y mamá se puso muy contenta. Pero yo aún no me había acostumbrado a su presencia, todo y que hay que decir que en realidad el chico no es tan frío como parece, también tiene su lado divertido e infantil, supongo que eso es lo que habrá hecho a Sofía caer en sus redes. Supongo que, poco a poco, acabaremos siendo amigos. Pero, de momento, intercambiamos un par de palabras, y eso ya es mucho, es un gran progreso.

Suspiré, estaba tumbada en la cama intentando estudiar, pero mi mente desconectó del libro que tenía en mis manos y se puso a repasar mentalmente todo lo que había pasado hasta ahora en esta última semana.

Me entró hambre, y, como no me podía concentrar para estudiar, bajé en pijama a la cocina. Sí, aún no me había vestido y eso que eran casi las doce del medio día. Pero para estudiar una no necesita vestirse, ¿Cierto?

Al pasar por el comedor vi a Sofía hablando animadamente por teléfono, seguramente con Luke. Levanté la mano a modo de saludo.

-Perdida, al fin bajas -Me llamó mi hermana, tapando el auricular del teléfono. – Luke ha encontrado un descuento para al parque de atracciones, pero solo sirve si van cuatro, ¿Te apuntas con Ash?

-Tengo que estudiar –Resoplé harta de tener que decir esa frase cada vez que alguien me invitaba a algún sitio. ¡Yo también quiero salir a divertirme!

-Va tía, por una tarde no pasará nada, ¡Llevas todas las tardes encerrada en casa estudiando! –Exclamó ella que comprendía demasiado bien mis sentimientos. –Necesitas darte un descanso –Siguió intentando convencerme. – Al final te pondrás mala estando en casa encerrada sin levantar la vista del libro.

-Por una vez tu hermana tiene razón –Apareció mi madre en el comedor y se metió en la conversación – Cariño, está muy bien que estudies, yo estoy muy contenta por eso, pero no quiero que te acabes estresando o enfermando –Me dijo con voz protectora, maternal. – Mereces salir un día, descansas, sales a comer, te diviertes en el parque y mañana sigues estudiando.

Mire a ambas y una sonrisa se dibujó en mis labios. – Llamo a Ashton y me ducho, dame media hora.

Así hice, primero llamé a Ashton, que aceptó rápidamente cancelando los planes que había hecho con sus amigos. Me supo mal, porque al final sus amigos se cansarían de que él pasara de ellos, o al menos, eso era lo que parecía. Después, me metí en la ducha, pero antes de eso me preparé la ropa.

Quería arreglarme y ponerme bonita, pero recordé que íbamos a un parque de atracciones, así que ir con tacones y vestido no sería lo más adecuado y cómodo. Por lo que, después de rebuscar en mi armario, acabé poniéndome una camiseta cualquiera, unos shorts y unas bambas tipo converse bajas de colorines.



Cuando bajé, Luke ya estaba sentado en el sofá y al mirar por la ventana vi que Ashton estaba aparcando el coche.

Sofía aún estaba vistiéndose, y al cabo de unos minutos bajó con una camiseta a rayas negras y blancas, unos shorts y unas bambas converse negras.

Lo gracioso es que las dos llevábamos el mismo bolso rojo. Nos lo había regalado nuestra abuela para nuestro cumpleaños pasado y, la verdad, a mi me encantaba, era mi preferido.


♥♪


Era la una del medio día cuando llegamos al parque de atracciones.

Habíamos decidido ir en un coche, concretamente en el de Luke, para no tener que pagar doble en el parking ni gastar dos veces gasolina. Sofía y él fueron adelante, mientras que Ashton y yo en los asientos de detrás.

Durante el camino habíamos decidido que nos turnaríamos para elegir las atracciones, dado que queríamos hacer una cita doble y no separarnos. Todos juntos sería más divertido, además, hacía mucho tiempo que no disfrutaba de un día junto a mi hermana. Como las dos estábamos estudiando, yo hacía bachillerato y ella ciclos de veterinaria, nunca teníamos tiempo libre, así que ahora, que ya estábamos en verano, esta era una buena oportunidad para estar juntas y en compañía de nuestros novios.

A suertes miramos quien elegía la primera atracción. Le tocó a Sofía escoger, por lo que los cuatro nos encaminamos hacia la montaña rusa, una de las más grandes del país.

-Intenta no vomitar al salir –Se burló de mi hermana al recordar la última vez que subí a una de estas atracciones. Fue en la feria de mi ciudad, y acabé vomitando porque había comido demasiado antes de subir.

-Idiota –La empujé – ¡Tu intenta no mearte! –Grité y salí corriendo, ella odiaba que recordara que, hasta los diez años, estuvo haciéndose pis encima cada vez que algo le daba miedo. 

Ella corrió detrás de mí, y yo no paré hasta llegar a la cola de la atracción.

-¡Uf! –Dije apoyándome en la pared, la carrera me había dejado casi sin aliento. –No me hagas correr más burra –Abrí bien la boca para que me entrara más aire en los pulmones.

-¡Eres tú la que ha salido corriendo! –Exclamó ella igual de cansada que yo.

Ambas nos miramos y empezamos a reír sin motivo.

Un poco más atrás Luke y Ash iban caminando y charlando animadamente.

-Parece que estos dos se llevan bien eh –Comentó Sofía en voz alta lo que yo estaba pensando.

-Espero que no se hagan gays –Exclame de broma fingiendo estar horrorizada, Sofía me miró con cara de ‘’WTF!?’’ y se puso a reír.

Al fin, cuando llegaron los chicos, ya era nuestro turno en la cola. Ashton me cogió la mano para ayudarme a subir en el cochecito y, cuando me senté y me puse la barra de seguridad, él revisó que estuviera bien colocada. El hecho de que se preocupara por mí casi me da una subida de azúcar, ¡Era tan dulce!  

Puse mi mano en su nuca y lo acerqué a mi rostro. –Me encanta que te preocupes por mí –Susurré antes de reducir la distancia que nos separaba y darle un tierno beso en los labios.

El coche empezó a avanzar, por lo que me separé de los labios de Ashton y le volví a coger la mano.




¡Tercer capítulo del día! No, no estoy loca, simplemente lo subo por que mi amada Ari me lo ha pedido y, como lo tenía ya escrito, lo he subido para que no se aburra y pueda leerlo :D

¡Te quiero Ari!


Lectoras, si es que tengo alguna a parte de Ari, ¡Os quiero igual!  :D

¡Dejar comentarios y votar a ''me encanta'' de la novela please! Eso me ayudaría mucho a seguir escribiendo, me daría ánimos :)


¡Besos y que 1D y 5SOS esten siempre en vuestra mente! :)